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POR EL BIEN DE MÉXICO, POR LAS MUJERES… SIGUE CLAUDIA

POR EL BIEN DE MÉXICO, POR LAS MUJERES… SIGUE CLAUDI

Por Leticia Puente Beresford

Nueva York marzo 11 de 2024.- La unidad en torno a Claudia Sheinbaum Pardo, candidata a la presidencia por la coalición Seguimos haciendo historia, fortalece a México, a su pueblo que hoy vive una realidad diferente gracias al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien siempre lo ha dicho y con hechos lo ha demostrado: “primero los pobres”.

 

Fortalece también a las mujeres, no sólo a la candidata Sheinbaum, como representante del género femenino (una población que constituye más de la mitad de la población mexicana), sino porque la regeneración de nuestro país tiene como una de sus prioridades el respeto y la promoción de los derechos humanos de todas las mujeres mexicanas.

 

Así ha quedado demostrado con la integración de un gabinete donde las funcionarias ocupan espacios relevantes de decisión, tanto como los hombres, también porque las políticas sociales las han tomado en cuenta, como no sucedía en anteriores administraciones.

 

Es por eso de gran relevancia que el próximo dos de junio ciudadanas y ciudadanos que viven en México o en el exterior acudan a sufragar y lo hagan por Claudia, candidata abanderada por los partidos de Morena, PT y Verde Ecologista, quien competirá con Xóchitl Gálvez quien representa a los partidos del PAN, PRI y PRD, y con Jorge Alvarez Máynez, del Partido Movimiento Ciudadano. Y que lo hagan también por las y los candidatos a diputaciones, senadurías, gubernaturas y alcaldías de la Coalición Seguimos haciendo historia.

 

Hablar del Proyecto de Nación de Sheinbaum Pardo es seguir haciendo realidad el progreso de todos y cada uno sus habitantes. Las bases ya están dadas. López Obrador y su gobierno no dejan duda sobre la urgencia de eliminar el pensamiento corrupto, machista y misógino que tanto daño hizo a las mexicanas y a los mexicanos.

 

Los programas sociales, que permiten apoyar en forma efectiva a las clases más necesitadas, inciden también en las mujeres más desfavorecidas: las adultas mayores, campesinas, obreras, amas de casa, las que viven con alguna discapacidad, para quienes la sociedad ya no les ofrece empleo, oportunidades, pero que no terminan con su compromiso de ser motor de su familia. Las vemos hoy como partícipes de programas como Sembrando Vida, Promeza, caminos rurales, Jóvenes construyendo el futuro, etcétera.

 

Ellas y sus familias son las beneficiarias de los recursos que este gobierno ha impedido robar: billones y billones de pesos que los anteriores gobernantes y clase política en general se robaron o dilapidaron en gastos superfluos. No puede haber un gobierno rico con una población pobre, no puede haber un gobierno rico con mujeres empobrecidas.

 

Todos los mexicanos y las mexicanas estamos conscientes de los muchos cambios que se han generado y de que todavía existen quienes harán lo imposible por regresar al poder. Pero, como dice el Presidente, “el pueblo es sabio y es el más politizado del mundo”. Es, en ese sentido, posible que sepamos elegir a una mujer capaz, realmente capaz y honesta, como presidenta.

 

Y es más factible que los discursos engañosos de la derecha y la ultraderecha, del conservadurismo y su candidata, no surtan efecto cuando se disfrazan de “feministas”. ¿Cómo creer en “agendas” de género procedentes de quienes no respetan el derecho a decidir de las mujeres, de quienes niegan la existencia de la diversidad sexual, de las familias diversas, de la necesidad de jornadas de 40 horas y de un sistema de cuidados que favorezcan a la población femenina?

 

En la 4-T falta, sin duda, más que hacer en ese sentido. El Presidente levantó al elefante y lo puso a caminar. Ahora le toca a Claudia avanzar y concretar los deseos del pueblo, con un segundo piso, para continuar en la reconstrucción de la justicia y el bienestar social, en donde las mujeres tienen que ser protagónicas y beneficiarias.

 

Y, tal como le reiteramos a López Obrador que no está solo, así se lo hemos hecho saber a Sheinbaum, como sucedió al iniciar su campaña presidencial con una gigantesca concentración en el Zócalo de la Ciudad de México, el primero de marzo. El futuro está en nuestras manos para concretar lo que bien dice Claudia: “que no quede la menor duda, vamos a ganar”.

 

No a la corrupción, sí a la transformación

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