Nunca en la historia de México un presidente ha dado la cara al pueblo todas las mañanas, enfrentándose a decenas de periodistas. Ordenadamente informando, contestando preguntas, rebatiendo, aclarando, opinando sobre el acontecer nacional. Y, claro, trabajando todos los fines de semana.
Lo suyo es estar en contacto con la gente. Nunca le ha incomodado salir a las plazas públicas a llevar su mensaje. A diferencia de al menos los últimos cinco ex presidentes, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no tiene inconveniente en ensuciarse los zapatos, en despeinarse e incluso darse unas buenas quemadas por el sol.
Los mexicanos siempre saben en dónde anda su presidente. Día con día se sabe cuáles son sus actividades, con quién se va a reunir y se sabe lo que piensa sobre los diversos temas que van surgiendo. No es como aquellos mandatarios que todo le ocultaban a la ciudadania, no es de esos presidentes que se desaparecían de la vista de todos por varios días y que nadie sabía por donde andaban ni qué andaban haciendo.
No gasta una millonada en su seguridad personal. AMLO cree que “el que lucha por la justicia no tiene nada que temer”. Además, yo creo que los maleantes simplemente no se meterían con él porque saben que meterse con AMLO es meterse con todo un pueblo.
AMLO es muy superior a la oposición, o lo que podemos considerar “oposición”, se los lleva por mucho. Ni toda la minoría rapaz unida, ni todo el dinero (bien habido o mal habido) podría ser suficiente para opacarlo. Lo cierto es que aún no hay oposición alguna capaz de rebatirlo en el terreno del debate nacional. En otras palabras, en la batalla de las ideas, AMLO aún no tiene contrincantes que valgan la pena. Tiene muchos periodistas conservadores en su contra, eso sí.
Esta enorme fuerza con la que AMLO cuenta se debe en gran parte a que, más allá de apoyar a un líder político, los mexicanos simpatizan con sus ideales, apoyan un proyecto de nación, un movimiento, una esperanza de que las cosas finalmente se están moviendo en la dirección correcta.
Nuestro presidente se parece mucho a su pueblo: entre otras cosas, quiere mucho a su país y jamás para de trabajar. Yo diría que antes fue muy querido por ser un buen líder de todo un movimiento social, y hoy es muy querido por ser un excelente Presidente de México.
Ya era hora.
P.D. Debido al gran éxito de las mañaneras, los neoporfiritos seguirán intentando censurarlas. Obviamente, no lo lograrán.
Marco I. Dávila C. | maidaca85@gmail.com | Facebook: Ixtli Amoxtli | Instagram: @xmiraza | Twitter: @pormiraza1
Comment here
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.