AMLO y los restos de Porfirio Díaz

José de la Cruz Porfirio Díaz Mori, un mestizo de sangre mixteca, como todo mundo lo sabe fue un represor, un asesino, un fiel representante de la élite blanca que, en lo general, se dedicó a prostituir al país en el tiempo que duró su dictadura.

Como buen dictador, Díaz simulaba inteligentemente “el respeto a la Constitución”. En lo electoral todo era una tomadura de pelo, Díaz era un experto en hacer ver las elecciones como “limpias” pero, al mismo tiempo, no permitía que hubiese oposición. La mayoría de la población carecía de derechos y había una fuerte dependencia de lo extranjero. En nombre de la “pacificación del país”, para los opositores sólo había dos opciones: muerte o encarcelamiento.

Al pueblo no le quedó otra opción mas que la de levantarse en armas. Vendrían tiempos de crisis y de hartazgo, se agotaba la riqueza del país, gracias al enorme saqueo permitido por el dictador. La mayoría de mexicanos vivían en la pobreza extrema. ‘O se va por las buenas o lo sacamos por la fuerza’, era el sentir del pueblo previo a la Revolución de 1910.

Hoy, con Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en la presidencia (2018-2024), se cuenta con las condiciones para la repatriación de los restos de Díaz, y dar así una gran muestra de que la Cuarta Transformación es de todos y para todos los mexicanos.

Ha llegado la hora, los restos de Porfirio Díaz tendrán que regresar a donde pertenecen. Su mexicanidad no habría porque negársele.

Pero eso sí: Ni perdón, ni olvido, ni honores.

Marco I. Dávila C.

maidaca85@gmail.com