Habrá paz cuando las feministas tomen el poder: Dolores Huerta

Por Leticia Puente Beresford

Nueva York, 13 de abril de 2018.- A sus 87 años de edad, nada la detiene. Es Dolores Huerta, méxico-estadounidense, icono de las y los trabajadores del campo en Estados Unidos, quien continúa su trabajo incansable en búsqueda de justicia.

La televisión pública psb.org y la revista Time dan cuenta de su trayectoria de lucha. El pasado mes de marzo, pbs.org transmitió «Dolores», documental realizado por Independet Lens, que relata los pasos de la luchadora social y feminista al lado del también líder César Chávez.

El documental destaca las habilidades de Dolores como negociadora y administradora del movimiento campesino más importante de la «piel de bronce», que puso a temblar a más de tres presidentes de Estados Unidos con su «sí se puede». Por algo, Hillary Rodham Clinton dijo que Dolores Huerta «no tiene miedo de hablar en contra del poder». Ella dejó todo por el movimiento, con persistencia para cambiar el mundo, afirma el ex presidente Bill Clinton.

Madre de 11 hijas e hijos y con el sueño no cumplido de ser bailarina, Dolores aprendió que a las personas se les tiene que aceptar «por quienes son», algo difícil en medio de un mundo de discriminación y de injusticia. Esto la llevó a defender los derechos humanos de las y los trabajadores del campo, en una ardua labor de día y de noche en los centros de trabajo, movilizada junto con Chávez.

Múltiples personalidades, incluidos sus hijas e hijos, hablan en el documental sobre la lideresa, son testigos de su grito ¡Arriba la huelga! y de su idea de que «no cruzamos la frontera, la frontera nos cruzó». También de su total oposición a la brutalidad policiaca contra mexicanos y negros. «Brown is beautiful» dice uno de los carteles en las imágenes de las movilizaciones pacíficas que encabezó.

En los años 50, Dolores ganaba, al igual que los demás trabajadores y trabajadores del campo, 90 centavos la hora, sin derecho a servicio de salud pública. Por eso, cuando le preguntan si iría a un spa o a fiestas si tuviera dinero, ella responde «eso es pérdida de tiempo».

Movilizadora social, Dolores Huerta llamó a votar por John F. Kennedy y, con la música de Carlos Santana de fondo, el documental describe cómo sucedió el boicot contra las uvas, que podrían estar envenenando a los consumidores, ocasionando muertes y afectando la salud de los trabajadores de Sacramento, California. Lograron así que 70 millones de estadounidenses dejaran de consumir uvas.

Dolores y las feministas

Fue en Nueva York en donde Dolores recibió el apoyo de la feministas, sin que hubiera conflicto por sus once hijos, su piel morena, sus llamados a huelga y sus alabanzas a la Virgen de Guadalupe. El derecho a decidir el número de hijos es, efectivamente, un derecho y las mujeres enfrentan las mismas adversidades, dice.

Es en ese tiempo cuando ella reconoció que dentro del movimiento de los trabajadores del campo había un gran machismo y cambió su modo de pensar. Afirma que nunca le ha gustado pedir permiso ni dice «sí, señor». César, cuentan en el documental, no la controlaba y ella decía «yo no sé por qué se pelea conmigo, sabe que le gano».

Durante una manifestación, ella fue víctima de la violencia policíaca, le rompieron las costillas y la mandaron al hospital, lo que le dio más proyección mediática, por un lado, mientras que por el otro logró la reunificación familiar, ya que todos sus hijas e hijos la apoyaron.

En 1993, con la muerte de César Chávez y tras haber creado la Union Farmen Workers, Dolores dijo «es tiempo de irme» y se fue», ya que el Comité no votó por ella. Fue muy difícil, recuerda, pues el movimiento era su razón de ser. Sin embargo, antes de dejarlos les habló de lo importante que es contar con la presencia de las mujeres en un movimiento.

En una entrevista con la revista Time, acerca de la falta de reconocimiento a su labor dentro del movimiento de las y los trabajadores del campo, afirma que «nunca esperé ningún reconocimiento, creo que es lo típico en las mujeres, aunque eso está cambiando ahora». Y asegura que «nunca tendremos paz hasta que las feministas tomen el poder.

–Las trabajadoras del campo son parte del movimiento #METOO, ¿cuándo te diste cuenta que el acoso sexual las afectaba?

–Las mujeres trabajadoras del campo siempre han sido objeto de eso, han estado expuestas al acoso y a la violación sexual. Esto sucede porque si la mujer reporta acoso de parte del capataz, del superior, entonces a la mejor toda la familia será despedida. Hicimos mucho trabajo en la Union para lograr que las mujeres decidieran denunciar, afirma.

La fundación Dolores Huerta

En 2002, cuentan en el documental, Dolores dijo: «siempre trabajaré por los campesino y la gente latina». Y un año después, en 2003, creó la Fundación Dolores Huerta, con el objetivo principal de formar organizadores y organizadoras comunitarias.

A través de la Fundación ganaron derechos y los derechos de los trabajadores del campo avanzaron en varios estados de la Unión Americana, ante el asombro de los republicanos, que no daban crédito de las acciones emprendidas por las y los trabajadores del campo.

Luego, su grito de batalla «¡sí se puede!», fue utilizado por la campaña presidencial de Barack Obama, quien durante su mandato reconoció el trabajo de Dolores Huerta al otorgarle la medalla a la Libertad, en una ceremonia en la Casa Blanca.

Ella recomienda a las mujeres del mundo: «ponle nombre a lo que haces».

–¿A dónde ves que se dirige el activismo, cuál es su siguiente paso?, le preguntó Time.

–Tenemos que hacerlo desde y a través del sistema educativo. Tenemos que incluir la contribución de la gente de color y del movimiento de trabajadores. ¿Cuánta gente sabe cómo logramos las ocho horas de trabajo al dia? Podemos borrar la ignorancia que tenemos.

En marzo pasado, Dolores Huerta asistió a los premios de la Academy Awards 2018, en donde reconocieron su trabajo y el de otras 10 activistas. Su hijo menor afirma que el movimiento creado por ella y por César Chávez revela cómo «tienes que creer en algo más grande que tú».

Las y los trabajadores, dice Dolores Huerta en el documental, hacemos la historia del mundo, que viva la causa y la Virgen de Guadalupe.