Por Leticia Puente Beresford
Nueva York. 7 de octubre de 2024.- MORENA (Movimiento de Regeneración Nacional) está trascendiendo, con hechos, los ámbitos tradicionales de la acción política y de la economía, incluso el de la práctica social de los partidos, porque sus acciones en favor de la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres se está traduciendo en planes de gobierno con fechas y estrategias precisas.
Morena trasciende también el desarrollo tradicional de los partidos políticos y de toda la clase e instituciones políticas, porque en el terreno electoral logró -junto con el pueblo de México- elegir a una mujer, Claudia Sheinbaum Pardo, (por vez primera en la historia del país) como presidenta de la nación y, por tanto, colocarla como comandanta suprema de las Fuerzas Armadas.
Hay, sin embargo, un sector de la población al que no le satisface ni le enorgullece que tengamos a una mujer como presidenta. Esto se debe al machismo que aún impera en nuestra sociedad, en perjuicio de la población femenina, que es la mayoría en el país. La buena noticia es que somos muchas las mujeres y los hombres solidarios que durante muchas décadas hemos luchado para que desaparezca el machismo no sólo de nuestro México sino en el mundo entero. Y la realidad de una presidenta es resultado de esas luchas.
Ya Andrés Manuel López Obrador, primer presidente de México de la Cuarta Transformación, lo dijo y muy claro: con Claudia todo será “mejor”. Y cómo no va a ser así, ya que es un logro colectivo, ganado con esfuerzo y lágrimas, obtenido también gracias a los esfuerzos de muchos caídos y caídas que dieron su vida en su afán por desaparecer al régimen que se dedicó a robar, a atracar y a abusar de nuestras tatarabuelas, tatarabuelos, a nuestros abuelos y abuelas, a nuestras madres y padres.
No dudamos ni un momento que Sheinbaum Pardo pondrá toda la carne al asador (y el cascabel al gato) para que nosotras las mujeres seamos visibles, iguales y respetadas en todos y cada uno de los ámbitos, iniciando en el hogar.
En su Proyecto preliminar de Nación, bajo el título de La Republica de y para las mujeres, dedica seis puntos a nuestro género y expone la iniciativa constitucional de la Igualdad Sustantiva de las Mujeres a una Vida Libre de Violencias, la cual por cierto ya está en la Cámara de Diputados para su aprobación.
Somos muchas las mujeres que luchamos para vivir en un mundo sin violencia y sin machismo, flagelos tan lastimosos que deben terminar. Las mujeres, desde hace muchos años, hemos dicho “¡basta!” y hoy no nos cabe la menor duda de que esta 4T, el segundo piso, traerá políticas de prevención de la violencia y en contra del machismo.
Desde acá, en este país a donde migramos, donde nos hemos asentado, sin dejar de ser mexicanos y mexicanas, seguimos firmes para promover entre nuestros paisanos y paisanas las políticas que se implementaran en favor de las mujeres y las niñas, para al mismo tiempo complementarlas con las que existen en Estados Unidos, en donde (pese al desarrollo tecnológico y la modernidad, las mujeres padecen de los mismos males).
Muchas como yo, desde siempre, hemos luchador por el reconocimiento y aplicación plena de todos y cada una de las leyes que emanan de nuestra Constitución mexicana, pero aún son muchas las deudas que se tienen con las mujeres, la más importante a terminar en su totalidad con la violencia.
Las mujeres, como todo ser humano, requerimos ser tratadas todo el tiempo con amor. Tal y como nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador repetía incansablemente: “amor con amor se paga”. Que se entienda bien: con amor no con golpes o violencias sexuales o feminicidios.
La esperanza está en nuestra presidenta Claudia Sheinbaum Pardo … Por fin, Tiempo de mujeres y una mujer
al mando.
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