Recordemos aquellos momentos del 2018 en que el pueblo le recetó al conservadurismo un «tengan para que se entretengan»: «Si gana Andrés Manuel, regalamos mil cervezas… tortas, tacos y bebidas… treinta cortes de cabello; cien mandiles de chef; diez mochilas de mezclilla «hechas por mí»; veinte becas para «el taller itinerante de cine y narrativa»; «mantenimiento preventivo de software y hardware a diez computadoras»; «pasantías a 10 niños con problemas de déficit de atención e hiperactividad de nivel primaria»; «veinte mensualidades gratis al gimnasio Star Fit que está en Apodaca, Sonora. Doy la dirección precisa el 2 de julio»; «regalo diez pedicure-sencillo»; «25 horas de renta de mi retroexcavadora para arreglar los caminos de alguna comunidad, cerca de Guanajuato»; «tres cursos de repostería creativa»; «tres juicios de divorcio para mujeres del Estado de México»… «si gana AMLO les regalo 20 kilos de aguacate a 20 personas, uno por persona, y llevo otros 20 a una casa de asistencia para que le hagan un guacamole a las abuelitas y regalo arbolitos (toronjo, grosella, jacaranda)».
El lopezobradorismo está conformado por millones de personas, que si bien no se conocen entre sí Andrés Manuel López Obrador (AMLO) vino a unirlos en un gran colectivo de gente que ama a su país, en algo así como una comunidad que da la impresión de que ya todos se conocían desde siempre.
Hoy, los conservadores aún no entienden que AMLO ha llegado para dignificar la política, misma que el conservadurismo convirtió en basura; no entienden que la regeneración de México va, y que ésta comenzó en el 2018 y que en el 2024 pasará a una segunda etapa; no alcanzan a comprender que no todos los mexicanos son rateros y corruptos (como ellos comprenderán); no entienden que AMLO no les tiene miedo, por mucho dinero que pudiesen tener; no entienden que la mayoría del pueblo ya no se tragará sus fraudes; no entienden que la estrategia de golpear a AMLO tiene el efecto contrario, sus sucios ataques no le mueven un pelo al presidente; no comprenden el cómo puede ser posible que, a más de un año al frente del gobierno, AMLO aún no ha instalado el «comunismo» en México; no entienden que ya le tocaba al pueblo un poquito de felicidad; no entienden que «lo que diga su dedito» es respaldado por más de 30 millones de deditos*; no entienden que la lealtad del lopezobradorismo hacia su líder nacional no tiene límites; no entienden que los mexicanos finalmente tienen a un presidente que sí se merecen; no entienden que AMLO y lo inédito se llevan muy bien. Los conservadores no entienden a México porque no les importa México, si no es para prostituirlo.
Con la llegada de AMLO al poder, el pueblo de México pasó de ser un pueblo constantemente indignado a un pueblo cotidianamente con menos amarguras, con más esperanzas y con la satisfacción de que México avanza, implacablemente, en la dirección correcta.
Con información tomada de «Crónica de la victoria» de Fabrizio Mejía Madrid.
* NOTA: Los 30 millones de votos que obtuvo AMLO es lo que da la cifra «oficial», sin embargo, esa es una cifra conservadora.
Marco I. Dávila C.
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