Como es de sobra conocido, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se ganó el amor del pueblo a base de entrega. Con una larga trayectoria como político y líder social, AMLO, junto a millones de hombres y mujeres libres, fundó el Movimiento Regeneración Nacional (MORENA), fue consejero, fue líder moral, fue presidente del partido-movimiento y ahora es presidente de México. El próximo liderazgo de MORENA deberá ganarse de igual forma, con sacrificio, necedad y experiencia.
Algo que me agrada sobre quienes más suenan para la presidencia de MORENA (2019-2022) es que son sólo mujeres. Las mujeres al frente de MORENA, es algo que ha contribuido a que el partido-movimiento sobresalga muy por encima de cualquier otra fuerza política en México, estando siempre a la vanguardia en equidad de género y en ecuanimidad. El que sean mujeres quienes estén contendiendo para la presidencia de MORENA es en sí una hazaña.
En el próximo proceso de renovación de MORENA no me preocupa quien gane la presidencia. Yeidckol Polevnsky y Bertha Luján, ambas son excelentes, ambas se lo han ganado. En su próximo Congreso Nacional, MORENA tendrá la oportunidad de dar un gran ejemplo de transparencia, demostrando así que cuando las cosas se hacen en verdadera democracia participativa la gente no se equivoca.
MORENA está en buenas manos. Ambas son líderes con autoridad moral, con autoridad política e inteligencia. Me gusta el desenvolvimiento de Yeidckol, una mujer “idealista, progresista, revolucionaria”, quien ha sido una muy buena vocera y que ha sido la mejor defensora de MORENA. Me gusta la humildad de Bertha al decir que irá por la presidencia sólo si así se lo solicitase la dirigencia histórica, y no se diga de su admirable trayectoria de luchadora social. Con estas dos líderes como precandidatas a la presidencia de MORENA, no hay nada preocupante en esta próxima contienda. Cualquiera de las dos (de ser elegida), tengámoslo por seguro, ayudará enormemente a seguir construyendo MORENA.
Que gane la mejor. Y que el color guinda siga rifando.
Marco I. Dávila C.
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