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La aplanadora de morena en el Congreso y la voluntad popular

La historia, la voluntad de millones de personas y el liderazgo de Andrés Manuel López Obrador nos ha llevado a lo impensable: una mayoría en el Congreso de la Unión.

Desde que Ricardo Monreal, entonces coordinador de Movimiento Ciudadano, y la voluntad de diputados y diputadas de distintas fuerzas parlamentarias conformaron de manera simbólica la bancada de morena en el la Cámara de Diputados y en la siguiente legislatura ya de manera formal, se conformó el primer Grupo Parlamentario de morena y por lo que respecta al Senado, Manuel Bartlett conformó un grupo parlamentario junto al PT, podemos concluir que al término de las respectivas legislaturas el trabajo en ambas cámaras tuvo de todo, pero en cuanto a la discusión de las reformas estructurales, se ganó el debate en muchos casos, se demostró que todas ellas afectarían la vida pública del país y en parte, sus resultados, forman parte de los elementos a valorar en el pasado proceso electoral.

Es decir, participamos en los debates y en los más complejos, dónde la “aplanadora” era inminente, se llegó a tomar la tribuna como mecanismo para impedir la aprobación de estas reformas. En ejercicio retrospectivo nos deja claro una circunstancia: podemos ganar los debates, pero no ganamos las votaciones.

La perspectiva que ofrece la conformación actual de las cámaras, podrá permitir ocupar el mecanismo de la “aplanadora” y avanzar en la discusión y aprobación de las reformas del nuevo gobierno. Es decir, tenemos claro el Proyecto de la IV Transformación, 30 millones de votos nos dieron la confianza en éste y en todas las políticas que implementen los poderes legislativo y ejecutivo, a comparación de la mayoría ficticia que tenía el PRIAN, gracias a la acumulación de representantes por la vía del fraude o la compra del voto. A diferencia de ellos, morena tiene legitimidad para hacer uso, cuando sea necesario, de un ejercicio democrático aplastante en el Congreso de la Unión y el Senado.

El debate es sano, de hecho es indispensable en las democracias modernas e incluso, considero que los nuevos legisladores de mayoría morena generarán mayores espacios para el debate, pero no el debate estéril en tribuna, sino el debate con la ciudadanía, mediante expresiones que permitan una participación más activa, porque en tribuna, sí algo no existe al respecto del PRIAN, es el voto consciente, sino el voto de consigna.

La voluntad popular da a morena la legitimidad necesaria para el uso de la mal llamada “aplanadora”, y por otro lado, el gran debate no se dará en las curules de las cámaras, sino de frente a una sociedad que demanda más espacios de participación. Esto no es una ocurrencia, es ya una Política Pública y de Estado del nuevo gobierno como lo ha definido el presidente electo respecto del Aeropuerto de la Ciudad de México: se tiene que consultar y discutir las propuestas con la ciudadanía.

El llamado es claro, así como salieron 30 millones a las urnas el primero de julio, así necesitaremos que esos 30 millones de personas salgan y participen, porque la patria nueva se construye con la participación activa en la vida pública del país.

@druidajvc

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