La gran diferencia entre las dos propuestas, las “dos visiones de cambio” que tanto hace referencia Ricardo Anaya es la corrupción. Por un lado el PRIANRD ha mantenido espacios de decisión que se han convertido en negocios privados, es decir, han rendido frutos ilegales para un grupo de políticos, que también son empresarios, se benefician por alguna u otra manera.
Por el otro lado, MORENA junto a López Obrador, ha sido férreo en romper esa enorme cadena de corrupción por resultados innegables: genera pobreza, violencia, desigualdad, etc. Como ejemplo podemos decir lo sucedido en la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México, donde el PRD, junto con el PAN y el PRI, se repartieron los dineros de la legislatura, las comisiones, el número de asesores y los espacios físicos en el poder legislativo, sin olvidar los cargos y puestos públicos. Como resultado dejaron a MORENA fuera de toda acción política y económica al grado de que dos diputados de morena en toda la legislatura no tuvieron oficinas para trabajar. A ese nivel de absurdo es el acuerdo PRIANRD que se disputan hasta las oficinas.
El miedo es una respuesta a lo inesperado y desconocido. Andrés Manuel ya fue jefe de gobierno, líder de un partido político a nivel nacional y estatal, además de dirigente de la oposición en 18 años, incluso en 2006 la oposición era la segunda fuerza política en el Poder Legislativo, y jamás se presentó una iniciativa contraría al modelo económico que tiene nuestro país.
Tampoco se propuso transformar nuestra forma de gobierno, ni la existencia de nuestros poderes de la Unión. Incluso, hablando de la apertura del sector energético, lo que se buscó combatir solo fue un apartado respecto de los contratos otorgados a terceros, que ahora están siendo rematados por los concesionarios a otras transnacionales.
El martes hasta Margarita Zavala, compañera de Felipe Calderón durante su sexenio, creadores de la guerra sucia que permeo a la mayoría del país, señaló en su entrevista de Tercer Grado, que “se vote informado, se vote libre y sin miedo”. Ya el miedo no debe ser un elemento para votar porque este 1 de julio será un día de fiesta nacional, una celebración cívica donde saldrán todas las familias con sus hijos , nietos, mascotas, hermanos primos compadres a inundar las calles, a manifestar masivamente que no tenemos miedo y que todos vamos con AMLO.
El voto del miedo hay que desterrarlo, no compartirlo, no difundirlo, porque el 1 de julio todos debemos salir masivamente a demostrar que estamos en una fiesta cívica, que los millones de mexicanos que salgan a votar lo hagan libre y consciente y lo mejor, que un futuro mejor nos espera porque #JuntosHaremosHistoria.
#AMLOPresidente
@druidajvc
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