3 años de MORENA un trasiego lento del movimiento – partido.
julio 10, 20171650
Veo caras sonrientes de miles de personas que consideran que MORENA ha crecido exponencialmente convirtiéndose en los últimos procesos electorales en la tercera fuerza nacional. Los votos son un elemento de valoración para reflexionar sí una parte de la organización está funcionando, pero no lo es todo. Hay una confianza enorme en el líder de este gran movimiento social que se ha mantenido firme buscando construir una y otra vez, una organización nacional que pueda regenerar la Nación.
De ese trasiego lento (20 años que incluyen su trabajo como presidente nacional del PRD), miles de personas han hecho un trabajo intenso, considerando que el proceso más álgido fue 2006, cuando en la Ciudad de México se inundó con una marcha de 2 millones de personas y movilizaciones en todo el país, que intentó impedir el fraude electoral. Es ahí, el punto de quiebre donde millones nos organizamos a partir de la experiencia del plantón mediante diversos mecanismos, herramientas, colectivos y demás.
La guerra del narco de Calderón, la crisis del 2008 y la primera reforma petrolera y hacendaria, nos puso a reflexionar sobre la necesidad de una organización más profunda que pudiera incidir de manera directa, y sin intermediarios, las decisiones del movimiento. Decidimos aportar para que Alejandro Encinas se convirtiera en presidente del PRD y fracasamos ante el TRIFE. Esa fue la última, pues aun cuando miles se unieron al PRD con la esperanza de recuperar el partido, otros miles se sintieron desplazados por la corriente dominante que al final entrego el partido: Los Chuchos.
Las elecciones de 2010 y 2011 donde el PRD se alió con el PAN, fue algo impensable, el mismo partido que aportó al fraude del 88, el mismo que convalido el FOBAPROA y fue cómplice de las políticas neoliberales del PRI, era aliado del PRD en varios procesos electorales.
Recuerdo que en una manifestación en el Hemiciclo a Juárez, un comité vecinos organizados pinto una manta que decía “Que chinguen a su madre las alianzas”, y en un lenguaje no tan colorido, las alianzas no cumplieron las expectativas, pero se quedaron porque fue la manera, el mecanismo que encontró la rancia dirigencia del PRD que concluyó con una alianza más cercana al gobierno y a la derecha en el poder.
En 2011 en plena elección del Estado de México se sintió el vació del grupo político que no quería que ganará Encinas, sumándose la ya conocida compra del voto que resultó con que Eruviel ganará la gubernatura, por lo que entramos en un 2012 incierto, con un supuesto respaldo que terminó por romperse en 2012.
En septiembre de 2012 Andrés Manuel López Obrador rompe con el PRD, se va después de que le proponen ir mediante un pacto con Peña Nieto para integrar la agenda de izquierda al gobierno del PRI, no iban solos ya que la dirigencia del PRD también iba con el PAN. Ante el cinismo electorero y cortoplacista, se decidió tomar un camino distinto y con muchos lados flacos: conformar un partido movimiento.
Con una gran esperanza, MORENA empezó a caminar y para 2015 participamos en nuestro primer proceso electoral, rompiendo expectativas ante lo que un partido nuevo habría logrado en mucho tiempo. En 2016 lo volvemos hacer y 2017 es indiscutiblemente el año que se consolida por el lado electoral que para muchos parece lo más importante.
En 2018 tenemos nuevamente y por tercera vez, la cita con la historia donde vamos acompañando un proyecto que desde 2006 sabemos que es urgente que se implante no para transformar el modelo, pero sí para dar paso a un proceso de hacer políticas públicas distintas que de oportunidades a millones de mexicanos y no unos cuantos.
En conclusión, son casi 18 años que con más intensidad este movimiento ha caminado de la mano de un Proyecto de Nación y con el liderazgo histórico de Andrés Manuel López Obrador y que los tres años de participación electoral solo se entienden por la participación de millones de personas que a partir de 2000 y 2006 nos integramos de lleno a reconstruir la nación y que desde entonces no hemos abandonado el ideal que todos tenemos derecho a la felicidad. Así que camaradas, no son 3 años de trabajo político, son más de 25 años de construir y organizar, con una gran esperanza para que las cosas cambien y con un gran ideal: la Regeneración de México.
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