¿Con corazones y flores?

 Te voy a escribir una carta con corazones  y flores, una carta perfumada y te la voy a entregar sonriendo.

En esa carta te pediré (sí pedir, como si no fuese mi derecho vivir) te pediré que no me mates, te escribiré por favor y así quizás tú decidas no matarme.

Voy a escribir otra carta de nuevo con corazones y flores, igualmente perfumada, para pedirte de nuevo que no violentes mi cuerpo a ninguna edad y bajo ninguna circunstancia.

La tercera carta dirá que me dejes decidir mi vida y mi futuro, lo haré de esa forma pidiéndote, rogándote y dejando la decisión en tus manos que son más fuertes que las mías.

Quizás hasta tenga que escribirte día a día por dejarme vivir, por respetar mi cuerpo y por dejarme elegir mi vida, porque nunca fueron mis derecho siempre han sido ( en tu mente) privilegios que tú me obsequias.

Porque sé que si pido que respetes mi vida cómo tu igual te molestará, quizás hasta te enfade mi tono, quizás no logré elegir bien las palabras autorizadas para señalar mi derecho a la vida. Tengo que cuidar mi espalda y a la vez cuidar mi lengua, tengo que callar, tengo que sonreír y parecer inofensiva.

Hoy (5 de Mayo de 2017) lo más difícil ha sido ver tantos discursos contra las mujeres que quieren seguir vivas, porque usaron mayúsculas, porque usaron esa palabra o aquella, porque se agruparon, porque marcharon, porque les hace falta un hombre o una porción de ellos para ser feliz.

Las mujeres sí queremos ser felices pero para ello se requiere libertad, se requiere respeto y para ser felices obviamente se requiere estar vivas.

#NiUnaMenos

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***A ver si así

P.D. El 50% de la población requiere de seguridad, también los activistas, periodistas, ambientalistas, este país no es seguro para la mayoría de ahí nuestras quejas compañeros de lucha, de ahí nuestra inquietud, nuestras demandas, nuestro indignación. Es por todas y por todos, porque aunque no vivimos en la misma casa, si compartimos el mismo país.

Justicia para Lesby, para Gordon Storm, Miroslava………